El
desarrollo tecnológico de las renovables es cada vez mayor y ofrece muchas
variedades de energía limpia e inagotable. Las renovables producen una energía
limpia e inagotable y son la alternativa lógica y ecológica a los combustibles
fósiles y contaminantes que dominan en la actualidad el panorama energético,
según sus defensores. Su potencial es enorme y algunos expertos consideran que
la unión y el desarrollo de todas sus
variedades podría cubrir de sobra las necesidades energéticas de toda la
humanidad. Este artículo señala y explica las ocho principales energías
renovables: biocombustibles, biomasa, cogeneración, eólica, geotérmica,
hidráulica, solar y undimotriz y mareomotriz.
1.
Biocombustibles
Los biocombustibles utilizan
materiales tan diversos como cereales o aceites desechados para hacer un
combustible alternativo a los derivados del petróleo. La fermentación de
diversas plantas para convertirlas en alcohol utilizable como gasolina se
denomina bioetanol, mientras que los basados en el aceite son los biodiésel.
Los biocombustibles han sido criticados porque no serían tan ecológicos como
señalan sus defensores. Por ello, se trabaja en una segunda generación que
mejora los procesos tecnológicos, se basa en residuos o en materias primas no
alimenticias y cultivados en terrenos no agrícolas o marginales.
2.
Biomasa
La biomasa es el conjunto de los residuos orgánicos
que genera la sociedad, desde los de la bolsa de basura del consumidor hasta
los residuos agrícolas, ganaderos o forestales, según Manuel García, impulsor
de Probiomasa, la organización que pretende aprovechar en España la biomasa
como energía renovable. Los ciudadanos pueden utilizarla para climatizar sus viviendas
y se pueden abastecer de la electricidad creada en instalaciones específicas.
La biomasa resuelve el problema del tratamiento de los residuos desaprovechados
del campo y el monte; reduce el riesgo de incendios forestales; ofrece otras
posibilidades, como su uso como fertilizante en la agricultura; genera gran
cantidad de empleo en zonas rurales; y combate el cambio climático.
3.
Cogeneración
La cogeneración es un
sistema que ahorra energía al producir electricidad y calor a la vez, en lugar
de por separado, reduce emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y
contribuye a la seguridad del abastecimiento energético y al desarrollo
sostenible, según Javier Rodríguez, director general de Acogen, que representa
a este sector en España. Sin embargo, sus detractores recuerdan que utiliza gas
natural, un combustible fósil traído en su mayor parte del extranjero.
4.
Eólica
La
tecnología eólica es una de las renovables más consolidadas y la de más potencial de desarrollo para los
próximos años. Los grandes aerogeneradores se han vuelto parte del paisaje de
muchas regiones españolas, aunque también han supuesto un impacto ambiental
para las aves en algunos casos. Sus impulsores trabajan en mejores e
innovadores diseños, como turbinas de una y dos palas, de eje vertical,
voladoras, flotantes, minis o híbridos.
5.
Geotérmica
La energía geotérmica se
produce a partir del calor del interior de la Tierra. La geotermia
superficial va de los cero hasta unos 300 metros y a partir de
ahí se denomina geotermia profunda. La geotérmica se puede aprovechar en
grandes instalaciones, capaces de producir varios megavatios (MW), o en
calefacciones de distrito, una especie de calefacción central de un edificio
pero para toda una ciudad. Los ciudadanos también pueden instalar sistemas
domésticos geotérmicos de calefacción y agua caliente.
6.
Hidráulica
Las grandes presas producen
el 20% de la electricidad mundial y el 7% de la energía total. La energía
hidroeléctrica reduce un 13% la emisión de agentes contaminantes a la
atmósfera, aunque también es criticada por su impacto ambiental y social, como
la desaparición de bosques, de hábitats de rica fauna y de la biodiversidad
acuática o desplazamiento de pueblos y sus habitantes. Las centrales
minihidráulicas utilizan la fuerza de los caudales de los ríos para producir
energía y, al igual que su "hermana mayor", presenta importantes
ventajas e inconvenientes.
7.
Solar
La energía del sol se
aprovecha de muchas formas. Los paneles fotovoltaicos de los tejados son los
más conocidos, pero la evolución tecnológica ha logrado cuatro generaciones y
diversas variedades: paneles de bajo coste, flexibles, aplicables como una
pintura sobre cualquier superficie, paneles solares en órbita alrededor de la Tierra u hojas artificiales
que imitan la fotosíntesis de las plantas. La energía solar térmica se
aprovecha en instalaciones domésticas y grandes centrales para producir
electricidad y calor. Gracias a ella se obtiene calefacción, se calienta el
agua en viviendas, piscinas, se cuecen alimentos o se secan productos. El poder
calorífico del sol también se utiliza mediante la "Concentración de
Energía Solar" (CSP), unos espejos que siguen al sol y concentran su calor
en un punto, tanto en grandes instalaciones como a pequeña escala (micro- CSP).
Su variante, la fotovoltaica de concentración (CPV), concentra los rayos en
unos paneles de alta eficiencia.
8.
Undimotriz y mareomotriz
La tecnología undimotriz
aprovecha la energía del movimiento de las olas. Diversos prototipos se prueban
en países como Portugal, Noruega o España. La fuerza de las mareas también se
postula como otra energía renovable más, la mareomotriz
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