Desde hace unos años, oceanógrafos, climatólogos y ecólogos
venían debatiendo la hipótesis de que el adelgazamiento del casquete polar
ártico debido al cambio climático antropogénico podría estar provocando un
incremento de la cantidad de luz que se transmite a través del mismo, lo que
aumentaría la cantidad de luz disponible en los fondos marinos, dando lugar a
cambios en la producción de algas y fitoplancton, en la biodiversidad y en los
procesos principales que se producen en estos ecosistemas.
Es un hecho relativamente conocido que el grosor del
casquete polar ártico está disminuyendo y que en la superficie del mismo se
está desarrollando un importante número de lagunas de deshielo, especialmente
durante el verano boreal. También sabemos que este hecho puede tener
importantes consecuencias para la dinámica de las corrientes marinas y el clima
del Hemisferio Norte. Sin embargo, seguramente nunca nos hemos preguntado
acerca de las consecuencias de este proceso en los ecosistemas marinos situados
inmediatamente debajo de las decenas o incluso cientos de metros de hielo que
se acumulan en la superficie del Océano Glacial Ártico.
Desde hace unos años, oceanógrafos, climatólogos y ecólogos
venían debatiendo la hipótesis de que el adelgazamiento del casquete polar
ártico debido al cambio climático antropogénico podría estar provocando un
incremento de la cantidad de luz que se transmite a través del mismo, lo que
aumentaría la cantidad de luz disponible en los fondos marinos, dando lugar a
cambios en la producción de algas y fitoplancton, en la biodiversidad y en los
procesos principales que se producen en estos ecosistemas.
Un grupo de científicos del Instituto Helmhotz de
Investigación Polar y Marina (Alemania), el Real Instituto Holandés de
Investigaciones Oceanográficas y la Academia Rusa de Ciencias quiso dar respuesta a
esta cuestión el pasado año, para lo que viajaron a bordo del navío
oceanográfico alemán Polarstern a las regiones del centro-este del casquete
polar ártico durante el mes de Septiembre, que es cuando este ocupa menos
superficie y tiene menos grosor. Una vez allí, investigaron que está pasando
exactamente bajo el hielo. Y encontraron cosas sorprendentes. Y esta semana
publicaron sus resultados en la prestigiosa revista científica Science.
Como ya habían confirmado otros estudios, la superficie inferior del casquete
polar ártico se encontraba ocupada por enormes colonias de un alga diatomea
llamada Melosira artica. Sin embargo, el aumento de la disponibilidad de luz a
causa del adelgazamiento del casquete polar y el desarrollo de lagunas de
deshielo estaba provocando un enorme crecimiento de estas colonias. Al morir,
las algas se desprendían del hielo y alcanzaban el fondo del océano, en donde
formaban enormes acúmulos que servían de alimento a diversos organismos
marinos, y en particular, a un extraño tipo de Holoturias (pepinos de mar), que
había aumentado considerablemente en tamaño y número.
Hoy por hoy podemos afirmar que el progresivo adelgazamiento
del casquete polar ártico y el desarrollo de lagunas de deshielo en su
superficie están aumentando la producción primaria y secundaria (la cantidad de
materia orgánica vegetal y animal) existente en los ecosistemas marinos que se
encuentran bajo el hielo. Las consecuencias de este hecho nos son aún
desconocidas, pero dado que los modelos climáticos predicen una reducción mayor
de la superficie y el grosor del casquete polar ártico, los ecosistemas del
fondo marino en esta parte del planeta experimentaran sin duda profundas
transformaciones durante las próximas décadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario